El sistema terapéutico bioquímico del Dr. Schüssler, aboga por el empleo de sólo 12 remedios, conocidos como remedios minerales o sales tisulares. Estos remedios inorgánicos son constituyentes del cuerpo humano, están presentes en condiciones normales en cada uno de nosotros y combinados con los elementos orgánicos, servirán para crear y mantener los millones de células de las que estamos formados. El Dr. Schüssler, les llamó a éstos, remedios bioquímicos, precisamente porque eran las sales minerales que estaban íntimamente y vitalmente implicadas en la química de la vida, adoptando para ello la raíz griega “bios” (que significa vida) y “chimica” (química), es decir, “las sales de la química de la vida”
SALES DE SILICIO:
Su nombre común es oxido silícico u oxido de sílice y su fórmula química es SiO2. También se la conoce como guijarro blanco decarbonizado, pedernal puro o cuarzo. Se prepara fundiendo la sílice y el carbonato de sodio; disolviendo el residuo filtrado y precipitado por el ácido hidroclórico, resulta el oxido de sílice, que es un polvo blanco que no tiene olor ni sabor.
En el cuerpo humano aparecen vestigio de Silicea en la sangre, bilis, orina y tejido conectivo y en mayores cantidades en las cenizas de la epidermis, cabellos y uñas. El trastorno funcional de las moléculas de la Silicea causa una turgencia de las células que envuelve el tejido conectivo. Esta tumefacción podrá permanecer estacionaria por un tiempo determinado y luego desaparecer u ocasionar supuración. En el sistema linfático esta turgencia hace en realidad referencia a las adenitis, las tumefacciones ganglionares o las amigdalitis hipertróficas y/o purulentas. La Silicea, tiene asimismo el poder de reabsorber el exudado sanguíneo o seroalbuminoso, existente en los tejidos por medio de los linfáticos. De elección en cualquier enfermedad que pueda afectar al cabello y/o a las uñas. También es el remedio cuando existe hiperestesia general y en los reflejos exagerados.
Es el remedio para los padecimientos acompañados de formación de pus, especialmente cuando existen trayectos fistulosos; siempre que el pus se forme en una parte inflamada del tejido conectivo o de la piel, la Silicea puede ser usada. Tanto la Calcarea sulphurica como la Silicea, se emplean en los procesos de supuración, pero con las siguientes diferencias: mientras la Silicea, madura los abscesos desde el momento en que comienza la supuración, la Calcarea sulphurica, frena el proceso supurativo, curando las llagas profundas. Silicea está indicada en las dolencias que afectan al periostio, especialmente si son supurativas. Muy útil en las caries dentales. Se utiliza como remedio de las afecciones crónicas del reumatismo y de la gota por su acción estimulante sobre el tejido conectivo. Si las células de cualquier parte del tejido conectivo muestran una falta de las moléculas de Silicea, se atrofian por esta consecuencia.
Ingredientes activos por cápsula:
Modo de empleo:
Tomar de 1 a 2 cápsulas, tres veces al día, de 5 a 10 minutros antes de las comidas.
Presentación:
Bote de 50 cápsulas.
